Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
Muy bueno: me encantan los contrastes.
ResponderEliminarmi primita, es hija de �scar, que t� le conoces!
ResponderEliminarGRANDE, man
ResponderEliminarPor cierto: he colgado un testimonio gráfico de mi viaje en mi fantástico blog.
ResponderEliminarGRANDE