Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
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martes, 19 de junio de 2007
Volver del silencio
Se vuelve del silencio como de una resaca de egoísmo mal llevada. A golpe de insomnio y de preocupación inútil por inoperante. Se vuelve del silencio con una soledad amurallada y cínica que hay que ir desmontando con el temor y la esperanza de descubrir el cadáver cruelmente emparedado por pecados públicos aunque inconfesos para, al fin, darle un entierro, si no digno, compasivo al menos; al menos al menos... humano.
Se vuelve del silencio a las tres de la mañana con la triste convicción del deber acometido de vivir un tanto torpemente y a desmano. Como si la propia vida fuera de otro, de un pariente lejano con quien alguien demasiado a menudo nos confunde. Sin remedio.
Pero no, esa vida desmañada y torpe no es la de otro. Aunque no la percibamos como nuestra.
Se vuelve del silencio con un puñado de algas en la boca, marítimo el silencio, y verde... como una luna ahumada por el hambre. Se regresa más viejo, más cansado... o diferente. Un tú con alguna certidumbre nueva o al menos recordada: la necesidad de aligerar tanto equipaje; así no hay manera de viajar. Ni siquiera de moverse.
Volveré. Aún no he vuelto. He levantado la voz, pero no el cadáver. Desvelado estoy, mas no he sido capaz por el momento de hacerme con un hato de queso, pan y vino... y tiempo, solo tiempo. Y un algo de camino. Aún he de desprenderme de alguna pesadumbre, de algún humor secreto y venenoso... que no me ha de matar; si acaso, volverme de algún extraño modo inmune.
muy buena la fotografía o el cuadro y me ha gustado mucho como hablas del silencio.
ResponderEliminarFotografía... cuadro... ¿Alguien podría decir dónde está la diferencia?
ResponderEliminarJulio
Aquel dulce e irrepetible instante captado a través del objetivo de una cámara... o bien el reflejo de un recuerdo que ha prevalecido en tu pensamiento. Aunque imagino que es una pregunta que no esperaba respuesta, a mi me ha hecho pensarla y no me ha parecido mala idea compartirla.
ResponderEliminargrande
ResponderEliminarClaro que la esperaba. Quién se resiste a una pregunta retórica.
ResponderEliminarLo cierto es que hay cuadros que no han pasado por el filtro del recuerdo e instantáneas que dejaron de serlo más tarde en el laboratorio o en el ordenador o que nacieron incluso con tal trabajo previo que no merecen ese nombre...
Julio