Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
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viernes, 24 de agosto de 2007
Espetalozoides
Espetalozoides (Herencia, 2007)
Porque a veces hay que echarle una mano a la naturaleza...
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