Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
¡Qué lástima Julio! No todos los días se tiene la oportunidad de poder escuchar a dos pedazos de poetas como vosotros, pero el día 2 estaré frente al mar mediterráneo. Seguro que desde allí me llegará el sonido de vuestros versos junto al murmullo de las olas. Un abrazo
¡Qué lástima Julio! No todos los días se tiene la oportunidad de poder escuchar a dos pedazos de poetas como vosotros, pero el día 2 estaré frente al mar mediterráneo. Seguro que desde allí me llegará el sonido de vuestros versos junto al murmullo de las olas.
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