Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
Qué idea tan bonita, la sombra una luz distinta; sí.
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarSobra decir nada más.
Besitos
La imagen que proyecta esa fotografía,es increible;parecen tumbas árabes.
ResponderEliminarUn beso
Impresionante. Me sumo a los comentarios anteriores: sin palabras.
ResponderEliminar.
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(¡Tiene razón Amparo: "la sombra una luz distinta", enorme!)
[...] temblar en el lugar más adecuado.
ResponderEliminar¡Joder! Enhorabuena por tu espacio.