Este es un poema escrito en mayo de 2011, en una visita con alumnas y alumnos de mi escuela, organizada por Juan de Dios Morán, a la exposición de Pinuccio Sciola "La ciudad sonora", en el Instituto Italiano de Cultura. Resultó ser una experiencia alucinante. Tuvimos la fortuna de que el propio Sciola nos guiara en la visita y tocara sus esculturas para nosotros.
—A Pinuccio Sciola.—
por la hospitalidad porosa de la piedra
sus avenidas de luz acariciada
sus raíces de música infinitas
por sus manos que tienen la aspereza
suficiente y convocan el canto
la delicadeza suficiente
e invocan semillas
que
declararon su espera
y
sus alas sonoras
por la conversación escondida
en la magia del cincel
y la propia estructura
la alquimia
de ignotas geologías
como
abrazos y
magma
como
choques y
simas
como el eco de un eco
de magnético embrujo
la primera palabra pronunciada de la tierra
4 comentarios:
Por la conversación escondida.
Y feliz 2012, Julio.
Un beso.
Aún andaba retocando la entrada cuando he visto aparecer tu comentario, Olga.
Otro beso para ti, para estrenar el año (aunque no sea el primero).
Como un pastor a la intemperie surge el arte,realizando una ejecución virtuosa donde la piedra se narra a sí misma.
Feliz 2012 Julio.
Es en la intemperie, en la piedra casi intacta, serena y mínimamente afilada, y sin embargo transformada, donde me sobrecoge este cantero mayor.
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