Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
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martes, 1 de enero de 2013
Por el hombre biolento
Si tuviera que elegir una expresión hallada al albur de mi pequeñísimo cerebro (comparado con qué) en el transcurso del ya pasado año, sería "biolento" (mmmm... qué de sugerencias). Creo que me define como en su día me definió "aketón" o, un poco más tarde "qherido". Empezando por su clásica etimología, grecolatina, que propone una vida pausada, y siguiendo por las resonancias de la palabra violentada ortográficamente: súbito, arrebatado, impetuoso..., y concluyendo con su más curioso significado de elemento fuera de su lugar o su naturaleza. Biolentamente va punteando uno a uno los tres hitos o pilares en que asiento mi presente actitud ante el mundo, ante yosotros (otro tropiezo conceptual que me ha traído el año vencido, en segundo puesto en mi ranking personal, jajaja).
Siempre me he descrito como un hombre de combustión lenta. En puridad, más que descripción es anhelo, objetivo, proyecto. Así que mi mayor deseo para este tiempo que, como cada día, empieza se puede resumir en una palabra: verdadera "biolencia".
Me asumo como tal.
ResponderEliminarFeliz nuevo año biolento.
Muchas cosas cambiarían así, señor Lacomba. Y probablemente lograr esa felicidad estuviera más a nuestro alcance. Feliz año.
ResponderEliminarJulio: sea con el bio que sea, que sea para bien.
ResponderEliminarQuerida Amparo, que sea para mejor...
ResponderEliminarFeliz año bioequilibrado ;-)
querido Julio, es un hallazgo que me parece importantísimo. un concepto a acuñar internacionalmente como Desarrollo Sostenible... Es perfecto... abrazo, jaime
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