por tratarse de usted he levantado
una piedra a la altura de la noche
y la he arrojado lejos
he sumado vocales imposibles
pulido las aristas renunciado
a pájaros y a torres
descendido
a tierra en ejercicio de humildad
agarrado otra piedra
aún más alta
porque ahora es su turno
Me parece sublime lo de levantar una piedra a la altura de la noche. Es muy potente. Sigue dejándonos estas joyitas. Un abrazo.
ResponderEliminarTu piedra es muy amable, Paz. No parece una piedra...
ResponderEliminarNo tan menores, un buen poema que tiene la cortesía infinita de la elegancia. Gracias.
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