lunes, 30 de diciembre de 2013
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Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
7 comentarios:
¡Brindo por ella!
Con gente tan generosa como tú no faltarán retos por los que brindar.
Así sea, Julio. De orilla a orilla, te deseo esa felicidad. Un abrazo.
Habrá que luchar mucho contra esta involución en derechos que nos acosa desde las alturas, pero espero que encontremos reductos de felicidad; una felicidad basada en la libertad, en la igual justicia para todos, en la solidaridad y en un respeto dialogante en peligro de extinción. En esos aparentemente simples derechos humanos que olvidamos con demasiada facilidad.
Y un cálido abrazo para ti, Anaís.
Genial.
Que tengas un año magnífico.
Tú también, Amparo, como todas las personas que se lo merecen.
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