Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
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domingo, 1 de diciembre de 2013
La palabra desnuda 4
FUERA DE MÍ
Soy un hombre pacífico
que arde
en deseos
de empuñar
una respuesta
contra el cerdo que se crea
más igual que nadie.
grand3, grand3
ResponderEliminar=Peq3ño, pero en memoria de una tertulia... en un bar...
ResponderEliminarGracias.
qué GrAn NoCh3 aqU3LLa
ResponderEliminar!!!
Perlas tus poemas, desprendidos de su cuerda y rodando por el suelo.
ResponderEliminarRedondos y huidizos.
Más sabios,
más muertos:
me quedo con éste.
Yo no encuentro respuestas en el mercado negro. ¿Puedo empuñar silencios?
ResponderEliminarAbrazos, siempre
A Hard Day's Night, Grand3.
ResponderEliminar¿Lo de las perlas lo dice usted, Amparo, por los cerdos?
Si son tan contundentes como sus versos, adelante, amigo Amando.
Tres cosas al tiempo son Fuera de mí: un libro de Marzal, este poema tuyo y la canción de José el Francés. ¿Que no?
ResponderEliminarY seguro que hay más, Truck, es una expresión coloquial muy sugerente. Saludos.
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