domingo, 1 de junio de 2014
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Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
4 comentarios:
Lo leeremos Julio, a pesar de tus palabras.
GrAnd3!!!
yA M3 hA DiCHo samsa: ÉxiTo D3 CríticA y PúbLico.
GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNND3
salud!
Ojalá no te pesen de más las del libro, Amparo. Ya me contarás.
Le eché de menos Grand3, aunque con usted nunca se sabe, lo mismo andaba camuflado por algún rincón.
Gracias, Kynikos, y que aproveche.
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