El Escorial, 2014
sábado, 5 de julio de 2014
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Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
8 comentarios:
Precioso, amigo Julio. Qué ganas de recorrer esos caminos...
grAnd3
tiempo para dejarse llevar por ellas.
Fantásticas, todas ellas.
Qué bonita zona para recuperar las buenas vibraciones. No las perdamos nunca.
Bendiciones.
Fotografáis espectaculares para leer a Machado:
Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cénit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.
Me encantan los caminos, los cardos y los árboles sobrenaturales; estas fotos son fantásticas, tan serenas.
Saludos
La segunda de esas sensaciones que has puesto es sencillamente maravillosa.
Saludos estivales.
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