Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
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domingo, 16 de septiembre de 2007
Infinito
Cadena de infinitos (Madrid, 2007)
un instante infinito puesto en pie el hombre y su constante condición de incierto continente escombro y pálpito
TAN INFINITAMENTE GRANDE COMMENT MOI.
ResponderEliminarTu blog también mola, casi tanto como el mío.
GRANDE