Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
grande, aunque ver naranjas me da ganas de comer limones
ResponderEliminarHáztelo ver...
ResponderEliminarBueníiiiisimo!!. Julio, el viernes nos vemos.
ResponderEliminarUn beso
Mentxu