Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
grnd3
ResponderEliminarCon sumo gusto, seguiré tu consumado consejo.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
¡Pues claro! Nada de añadidos ni conservantes. ¡Me uno al grnd3 de grande!
ResponderEliminarMe gusta.
ResponderEliminarSin una palabra de más, abrazos.
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