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sábado, 4 de enero de 2014

La palabra desnuda 9



Miro a la cara de mis hijos

y quiero ingenuamente creer

que un mundo mejor es posible.

Leo el periódico y veo

el rostro de nuestros padres y sé

que su dios todavía necesita aplastar

unas cuantas cabezas.


8 comentarios:

  1. Pues sigue mirando el rostro de tus hijos.

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  2. Hace tiempo me planteé elegir entre ingenuidad y prensa. Abandoné ambas.
    He ahorrado bastante en euros y desengaños.
    Salud-os

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  3. Pues sí, Amparo, pero no puedo mirarles solo a ellos (ya quisiera) mientras los oportunistas de siempre nos desvalijan cultural y socialmente. Creo que es preferible mirar a esos delincuentes a la cara y armarse con todo lo que uno tenga para resistir con dignidad y que nuestros hijos no encuentren un yermo y solo un yermo donde quiera que miren. Un abrazo.

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  4. Yo, Amando, sigo queriendo mantener viva la ingenuidad que anoche me hacía llorar con la preciosa película Descubriendo Nunca Jamás y lidiar con la des-información que me calienta la sangre (aunque prefiero que me la calienten, en otro sentido, otras cosas, naturalmente) y mantenerme desengañado y alerta, en la medida en que mi ignorancia y mi pereza me lo permiten. Un fuerte abrazo.

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  5. Apenas un mes desde que publicaras la primera palabra desnudadora. Confío en que siga desnudando. Hace que me sienta menos ciego.

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  6. Las tuyas, amigo, como las de Amparo y Amando (y Grande y Esperanza y Olga y...), hacen que me sienta menos solo.
    Un abrazo.

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  7. De S nudo rabioso mis tripas no se libran. Gracias por compartir aquí tus versos, Julio, hacen que me sienta menos extraterrestre. ¡Ahhhhhhhhh! ¡Qué ganas de GRITAAAAAAAAAAAAAAAAAR!

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  8. Llamarlos versos es mucho llamarlos, qherida Luz. Como mucho, sí palabras desnudas gritadas en voz baja. Un abrazo.

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