Felicidades a los miembros de Otras Palabras por su extraordinaria andadura de diez años.
En mi modesta colaboración con la revista, en su "Especial 10º Aniversario", se ha colado una errata (aún con tilde, que no debe llevarla en este caso), seguro que por mi culpa. Rectifico aquí y, de paso, modifico un par de versos (tres, para ser precisos) y doy a luz esta versión, quizás definitiva.
no supe discernir su
flor de amianto
la fría transparencia de sus alas
la soledad del mar
desnudo
en calas
vírgenes
ni aun después del desencanto
seguí allí
a pie de nube
a pie de
llanto
resignado y paciente en antesalas
estériles
de buenas
o de malas
pero a pie de cañón
la amaba tanto
su anatomía estrecha no delgada
su temeroso abrazo licuescente
sus lágrimas suplentes de la nada
la abandoné
está claro
a su demente
juego (sucio)
temía acabar
loco
sé que no sufrió mucho
… y yo tampoco
8 comentarios:
Vaya...lo siento. Lo revisamos, pero este año nos ha pillado especialmente hasta arriba y nos la pasamos...mis disculpas en nombre de todos.
Aprovecho también para repetir que fue un placer tenerte con nosotros y que espero que podamos repetir muchas veces.
Mil besos
Bego
Bego, Bego... Primero: la culpa seguro que fue mía; segundo, no tiene ninguna importancia; tercero, y lo más importante: me ha servido para revisar con tranquilidad el poema, que no es gran cosa, pero que se entiende mejor, creo, con los cambios que le he hecho.
Fue una noche fantástica. Lo único que lamenté fue no poder disfrutar con vosotros del resto de la fiesta.
Besos.
¡GRANDE, GRANDE XXL JuLiO!
Con usted todo lo es.
Me encanta la pasión por escribir bien. De todas formas, es un error bastante aceptable.
Le puse acceso restringido a mi blog... para evitar algunas cosas... si querés seguir leyendo pasame una dirección de mail así te envío la invitación.
¡Saludos Julio!
¡Qué el 2012 te colme de alegría!
Es fantástico, Julio. Y me alegra mucho ver que tu blog está alcanzando de nuevo una estupenda velocidad de crucero.
Pues menos mal que acaba bien.
Licuescente, vaya palabreja.
Mucha suerte con el nuevo año.
Querido Arturo, de lo que yo me alegro es de que naveguéis conmigo.
Vosotros hacéis este blog, tanto o más que yo. Gracias.
Yo, mi yo poético, hubiera preferido que no acabara, siempre y cuando no acabara... bien (qué mal se entiende esto, jajaja). Y en cuanto a la palabreja de marras: licuescente por un doble motivo, por licuarse y por la notación y ejecución gregoriana de palabras cuya pronunciación obliga a una ejecución "acuosa" de la melodía.
Aquel cuerpo difícilmente pronunciable se escapaba entre los dedos, dejando una breve nota, húmeda, como un eco sutil, camino de la desaparición. Quizás un anticipo de su desaparición definitiva.
Publicar un comentario