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sábado, 31 de marzo de 2012

Canto


Rigor  (Madrid, 2012)

La desnudez. La terca desnudez.
Cuenta las horas. Cuenta lo que nadie
se atreve a contar. Sabe. Y su omnisciencia
duele. Como ángel atrapado. Canta.
Sin lugar a la duda. Sin escándalo.
Sobria. Como un espejo.
                       Como una identidad.
         

17 comentarios:

carmen jiménez dijo...

Es curioso. Hace poco escribí un poema sobre lo cansada que estaba de contar las horas. Ahora ellas, me cuentan a mi. Pero sin lugar a dudas, las tuyas, son un verdadero canto.
Un placer volver a encontrarte.
Feliz Semana.

Julio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Julio Castelló dijo...

Un placer encontrarte a ti. En todos los mundos ;-)
Creo que a partir de este poema voy a construir unos cuantos, perfilando sus facetas: la contundente verdad de la desnudez, la rígida imagen última de la muerte, el ángel aterido en la piel humana, la dureza de la sobriedad, los espejos que no somos nosotros y sin embargo nos identifican y, por supuesto, la consciencia que la desnudez hace nacer en quien, sin prejuicios, la observa.
O no, porque ya están en este...
Abrazos, Carmen.

s777 dijo...

Brutal.

Julio Castelló dijo...

La desnudez siempre lo es...

MARMOTARROJA dijo...

Impresionante fotografía.

Echa un ojo a esto, o en NY o aquí:

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/29/actualidad/1333030202_055108.html

http://www.nybooks.com/blogs/nyrblog/2011/jan/24/long-exposure-francesca-woodman/

http://www.malomil.blogspot.com.es/2012/03/francesca-woodman.html

Julio Castelló dijo...

Exquisita recomendación...
Que me ha recordado otra que me hiciera mi querido Francisco, y que no había agregado hasta ahora a mi lista de 'páginas que visito': Manifeste Des Yeux Photographies / Leila Amat Ortega.
Y también en:
http://www.flickr.com/people/manifestedesyeux/

veridiana dijo...

La desnudez también puede ser cálida, sublime.

Un beso.

Hernán Díaz de Leyre dijo...

Sencillamente sobrecogedor.

Un saludo,
Hernán

Amparo dijo...

Hola: creo que he tenido problemas con un comentario. Estos últimos cambios pueden conmigo.
Decía que me encanta tu nuevo avatar, el muñequejo es genial.
La foto, indigestible.
El poema tremendo; aun así: la desnudez suele esconder otra desnudez, otra más, otra. Capas.
Un saludo

Julio Castelló dijo...

En efecto, Veridiana, si hay algo sublime es la desnudez...
Repóngase, don Hernán, no son más que palabras (aunque llegadas del más allá, de lo más dentro).
El muñequejo, Amparo, es el primer retrato que me hizo mi hija, hace ya dos o tres años. Me parece genial.

elvira daudet dijo...

Queridísimo:

Poema hermoso como la propia desnudez, pero también desolado y sobrecogedor como ella.

Veo que últimamente le has dado más vidilla al blog, volveré.

Y venga de mujeres hermosas queriendo entrevistarte, me temo que pese a estar la prime, al final, no voy a tener nada que hacer contigo.
¿Has visto los comentarios al Conversando de Céspedes? Bajo el seudónimo de "marisabidilla" me pone a caer de un burro, no sé por qué. ¡Qué virulencia entre poetas!
Gracias por tu comentario, excesivo pero maravilloso.
Un beso
Elvira

Julio Castelló dijo...

Le doy vidilla cuando buenamente puedo, querida Elvira.
Siempre me ha llamado la atención esa necesidad de vomitar escondido/a en pseudónimos, heterónimos y avatares varios.
Un comentario ácido puede ser enormemente productivo. Es cierto que cuesta encajarlo, pero ¿de verdad crees que se trata del propio Céspedes?
A mí, por ejemplo tu comentario me ha llevado a leerlo (tenía ese vacío, como tengo tantos); parece más que interesante. Y eso choca de frente con el contracomentario que citas.
Pero quién sabe: como dice House, será el lupus de cada hombre.

Paloma Corrales dijo...

Mucho, me gusta mucho. Dos veces más que vuelva y lo memorizo.

Un beso.

Julio Castelló dijo...

Envidio esa capacidad de memorizar las cosas...

ohsinopeus dijo...

13 látigos he contado, duros, secos, que muerden y arrancan la piel, y volver a mirarse. un poema de los de tatuar -como diría cortázar-, una foto "angelus novus" de paul klee, un placer enorme encontrarte. un saludo sincero.

Julio Castelló dijo...

Menos mal que los tatuajes se borran... Gracias, en cualquier caso, por tu entusiasmo, Kynikos. Y hasta pronto.