Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
El grito (Istanbul, 2009).
"un confuso montón de sueños negros".
.
lloraría si fuera capaz tengo
vastas negruras rabias incoloras
un corazón hundido contra el pecho
calcinadas sabanas que en su día
solearon mis sueños la gacela
de arena que escogí sin soldadura
nostalgia anticipada en carne y huecos
...
mas ni una sola lágrima
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10 comentarios:
Si contemplaras tu poema desde el lado del espectador y no del creador... No le costaría nada al poeta verter lágrimas de emoción.
¡Me encantó!
Parece que compartimos el placer de leer a Ángel González.
Si quieres (solo si quieres, jeje) lee "Mañana no será lo que Dios quiera" de otro maestro.
En cuanto a los versos de hoy... pañuelos, pañuelos...
Abrazos.
Son unas huellas profundas las de tu poema...
En mi también han dejado los rastros eternos.
Enhorabuena.
Un abrazo!
Me encanta el último verso.
Parece que se extraña quien lo dice, aunque nada propio debería ser extraño.
Saludos
(la foto, sangre azul)
La negrura de la rabia incolora pero salvaje, que nubla la razón y espera por la lágrima que no se va a derramar
Esplendido dolor
SAludos
"¿ De cuando ese carmín que fue violeta?
¿ De donde
el oro que era ocre hace un instante ?"
Un beso
¿Hablamos?
Tenemos que vernos pronto, Julio.
Un beso,
Elena H.
Primer verso y último rodean un confuso montón de imágenes oscuras.
Si mi nostalgia se arma, la tuya se anticipa... mas ni una sola lágrima.
Un beso a cambio;-)
Profundos y nostálgicos versos, Julio.
Una pena que no pudieras venir hace un par de semanas al encuentro del Gijón: fue muy interesante.
Saludos
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