lunes, 12 de septiembre de 2011
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Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
5 comentarios:
Qué idea tan bonita, la sombra una luz distinta; sí.
Precioso.
Sobra decir nada más.
Besitos
La imagen que proyecta esa fotografía,es increible;parecen tumbas árabes.
Un beso
Impresionante. Me sumo a los comentarios anteriores: sin palabras.
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(¡Tiene razón Amparo: "la sombra una luz distinta", enorme!)
[...] temblar en el lugar más adecuado.
¡Joder! Enhorabuena por tu espacio.
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