domingo, 16 de septiembre de 2007
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Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
1 comentario:
TAN INFINITAMENTE GRANDE COMMENT MOI.
Tu blog también mola, casi tanto como el mío.
GRANDE
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