lunes, 19 de enero de 2009
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Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
9 comentarios:
¡¡ P E R O Q U É R A C H A !!!
Me descubro, maestro. Es increíble. Esta también la quiero... y la lista empieza a alargarse.
Impresionante.
Es la foto que más me gusta de todas las que has colgado. Esta y la del niño del infierno aquel en el que entré (qué mal suena.-)
Saludos, Julio.
Bonita tu foto
de la soledad
envuelta en niebla...
*
dónde te reconoces,
como una silueta en el andén
*
esperando el tren
que ha de llevar tu vida...
*
inexorablemente
hacia ti mismo.
Otra vez...
preciosa foto, (tiene pinta de día de niebla y de frío) y el texto, precioso.
Sí, no sé, otro viajecito largo jeje
¡Un beso!
Acaso bolso de piel marrón, anden sin banco, esperando un primer tren... Me ha recordado tanto esa foto. Y las palabras, tus palabras mirando interiores.
Un abrazo.
¡ Qué maravilla...a esas horas de la mañana...!
¡ Será el ojo del artista que está muy sensible y capta el momento.
Un beso
En Grand Central Station me senté y lloré.
Un abrazo
¡Estupenda foto!
Imposible una estampa más reveladora de la soledad previa a la luz.
Incluso si quitas el último verso, más inquietante aún.
(La mujer del fondo, claro, ni idea de que todos ahora la miramos y nos hacemos nuestra composición)
Saludos y enhorabuena por la mirada velada
¡Lo que hace ser un artista ( doble: fotógrafo y poeta).Cuando salgo de noche con la legaña(de sueño,no de falta de limpieza)a trabajar, no consigo ver esta maravilla de luz que tu has captado.
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