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domingo, 20 de mayo de 2012

Dehesas de Cercedilla


Eras  (Cercedilla, 2012)

     “Todo mi oficio se reduce a buscar sin piedad ni descanso la fórmula con que poder vociferar socorro y que parezca que es el siglo quien está aullando esa maravillosa palabra”. 
                                                                                    Félix Grande



Llegaron. Con sus escudos y sus vientos.
Con toda su palabrería. Sus yemas. Sus ramajes.
Aún por estrenar. Llegaron en la risa.
En la extensa solana que nadie puso en duda.
En las verdes praderas de amores primerizos.
Presentían. Sospecho. Mordeduras. Descensos.
Y arrojaban sus naipes en arietes y ombligos.
En calambres rumores por la espalda. En la fe
del colapso. Revolcándose en la brizna y la hojarasca
que cerraba el círculo. Un comienzo.


11 comentarios:

(andrea) dijo...

La belleza de los comienzos. La magia de las primeras veces. Como un sueño.

Julio Castelló dijo...

Sí, Andrea, y una responsabilidad...

Tumbado dijo...

Mi vida corre en círculos, como tu árbol hecho hito; sin llamadas de atención, sin pistoletazos de salida. Cada noche es siempre la misma noche, porque al unísimo no es más que el mismo día.

Tumbado en esta cama sin fronteras, el tiempo de los años se me desliza como lino.

veridiana dijo...

" Niebla en el cerebro
Temblor de las piernas
Maremoto adormecido de los besos"

Un beso.

Olga Bernad dijo...

Llegaron para quedarse, como el poema. Con el poema.
Un beso.

Julio Castelló dijo...

Ah, Veridiana, "Escucha caracola del oído / como gime la humedad"...
Tumbado, siento la luz de tu callejón sin salida.
Y se quedaron, Olga, como tú.
Besos y abrazos.

ohsinopeus dijo...

al talar el árbol me has abierto astillas desorbitadas... y la foto, in-significante; todo significado.
un abrazo, julio.

Amparo dijo...

Qué foto tan habladora.
Parece un fin, contra el poema.
Saludos.

Julio Castelló dijo...

Astillas, Kynicos, para un principio, Amparo: el incendio, el propio incendio...

Teresa J. dijo...

La frase con que has abierto el post me ha gustado mucho,y me connleva a pensar que es la pobre tierra la que està emitiendo esa palabra a consecuencia de la maldad del hombre.

Julio Castelló dijo...

De algún modo es la tierra. Aunque yo no veo aquí la maldad; más bien la inconsciencia de lo todavía por hacerse y por hacer.