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Hay días en que uno se levanta con ganas de gritarle al mundo las verdades como puños a la cara; otros en que preferirías susurrártelas al ombligo: verdades pequeñas, tan íntimas que duelen o que nos ruborizan. Quien llegue hasta aquí encontrará rendijas, abiertas como una mancha de luz, como líneas de luz para guardar el equilibrio.
4 comentarios:
Un cuadro terrible, tan bien dibujado. El puñal azul de la anterior entrada aún llamea.
Gracias por acompañarme en esta rabia.
¡¡GrrrrrrGRRRRRgggrrr!!
Me uno a vuestra rabia.
Unida quedas, Luz.
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